EXODUS en el Teatro Flores, 12/10/2025

Thrash o muerte: Exodus

El 12 de octubre el Teatro Flores convocó a todos los amantes del thrash para ver a EXODUS. La banda volvió al país después de tres años para celebrar los 40 años de Bonded by Blood”. Antes de llegar al clímax, LAZARO y TUNGSTENO fueron los encargados de recibir al público.

 

Este show dejó algo en claro, que el thrash es una forma de vida. Una declaración de principios: es geder, sentir, gritar, vivir al límite a tu manera. Correr en el pogo, chocarte con extraños y levantar a los caídos. Una anarquía que no distingue de edades o género, sino que une a todos y les brinda un lugar al cual pertenecer.

Poco después de que se abrieran las puertas del teatro, LAZARO se hizo presente. La nueva banda del ex guitarrista de Serpentor, Jorge Moreno, inició con un sonido filoso, pero con baja potencia en las guitarras, algo que mejoró al segundo tema. Las letras y el sonido revivieron lo mejor del thrash argento de los 90´s sin caer en la copia de lo que fue. Al final presentaron su nuevo disco,Morir y resucitar”, que representó una forma de renacer desde el thrash.

Con otro aire y el recinto casi lleno, TUNGSTENO mostró la nueva escuela thrashera. Velocidad, crudeza e intensidad, así lo encarnó la nueva generación de pibes que se metieron al circle pit. El pogo se llenó de amigos que se abrazaban y se pegaban (y algunos repartieron cabezazos a propios y extraños).

Previo a “Régimen de violencia”, los músicos pausaron la brutalidad para rendir homenaje al recién fallecido Miguel Ángel Russo, ex director técnico de Boca Juniors. El reconocimiento contó con la imagen del DT en pantalla, mientras las guitarras entonaban el riff de “Moliendo Café” y varios gritaban “dale Boca”. Para cerrar, se despidieron con “La guardia de los chacales” y “Te-thrash”, dejando a todos eufóricos.

La espera de una hora fue demasiada para contener la ansiedad. El Flores explotaba de gente que coreaba el nombre de los californianos. Entonces, el ansiado momento llegó. Sin luces, con el telón cerrado, la voz de Paul Baloff sonó por parlantes, como una forma de bendición para el show. A la par, entre el público se abrió un círculo muy grande con una sensación: la guerra se avecina. El telón se abrió de golpe y el primer riff cayó como una bomba. “Bonded by Blood” fue el grito de partida para que todos comenzaran a correr. El teatro se partió al medio, no hubo escapatoria para la planadora de cerebros que fue EXODUS.

El álbum entero fue interpretado, y como un tocadiscos, el pogo jamás dejó de girar a toda velocidad. Las piñas volaban como chispas, y a cada tema, la ronda se abría más. La violencia se dio una pausa para recordar a un hermano caído. “Deliver Us to Evil” fue dedicada a Paul Baloff, como una forma de mantener vivo su espíritu.

Las emociones se sintieron más fuertes que nunca, los corazones palpitaron con fuerza, y fue ahí cuando los músicos dejaron a Gary Holt solo en el escenario para hacer un solo espacial de guitarra bellísimo y desprender todo su carisma. Cuando volvieron, Rob Dukes retomó el mando de la euforia. Jugó con el público como un Freddie Mercury thrashero, lanzando varios ‘Eeoo’ antes de “Impaler”.

Para cerrar la velada, Exodus amagó varias veces con comenzar “The Toxic Waltz”, jugueteando con el fervor. En ese tanteo de la cancha, tocaron las intros de “Raining Blood” de Slayer y “Motorbreath” de Metallica. Un guiño a las raíces de la banda y un regalo a los corazones del género.

Luego de “The Toxic Waltz”, el teatro se vino abajo en ovaciones. Los cánticos se repartieron para Rob (“¡Pelado, Pelado!”), Gary y toda la banda. Hasta hubo un “olé olé olá” a todo pulmón (con pogo incluido), que los californianos acompañaron sonrientes desde el escenario, maravillados por tanta devoción. El final lo dio “Strike of the Beast”, como un último golpe, un último aliento.

Cada persona se fue con una sonrisa, agotada de tanto pogo y agite. Sabiendo que dejó el corazón en una ronda de caos por una causa justa. Exodus no solo vino a conmemorar los 40 años de su disco debut, vino a recordarles a todos cómo vivir esta fiesta: no hay medias tintas. Es vivir al límite, a tu manera. Es el thrash o la muerte.

Fotografía: Carlos Bobadilla | Crónica: Cande Álvarez

SETLIST:

Lazaro: 1- Hermandad – 2- R.C. Sangriento – 3- Hordas de la represión – 4- Traen hambre y muerte – 5- Policías asesinos – 6- Morir y resucitar

Tungsteno: 1- Vino y velocidad – 2- Inminente aniquilación – 3- Speed metal – 4- Escuadrón del thrash – 5- Régimen de violencia – 6- La guardia de los chacales – 7- Te-thrash

Exodus: 1- Bonded by Blood – 2- Exodus – 3- And Then There Were None – 4- A Lesson in Violence – 5- Metal Command – 6- Deathamphetamine – 7- Blacklist – 8- Fabulous Disaster – 9- No Love – 10-Deliver Us to Evil (Dedicada a Paul Baloff) – 11-Piranha – 12-Brain Dead – 13-Impaler – 14-The Toxic Waltz (con las intros de “Raining Blood” de Slayer y “Motorbreath” de  Metallica) – 15-Strike of the Beast

Gracias Icarus Music y Marce Scorca por la acreditacion

 

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