Elisa Martin hizo su bautismo en suelo argentino con potencia y emoción
Con más de treinta años de carrera y un amplio repertorio a sus espaldas, la española ELISA MARTIN tildó un nuevo casillero en su lista de logros. El pasado domingo 15 de junio, se presentó con su banda solista por primera vez en nuestro país. El encuentro se dio en Galpón B de la Ciudad de Buenos Aires, donde la cantante repasó toda su carrera durante una hora y media.
El público argentino comenzó a congregarse en las puertas de Cochabamba 2536 cerca de las 20, con la expectativa muy alta por ver a la cantante europea por primera vez sobre las tablas porteñas. No solamente desde el punto de vista musical: la ex DARK MOOR compartió muchas historias en su cuenta de Instagram mostrando todas las actividades que hizo durante su estadía en la ciudad y la calidez que tuvo con la gente que se le acercaba. Los asistentes esperaban una velada con una cercanía mayor a la habitual.
Pasadas las 20:30, los nacionales ARPEGHY abrieron la velada. A pesar de que la concurrencia hasta el momento era baja, los presentes se hicieron escuchar en todo momento, mostrando el apoyo su apoyo al cantar durante todo el set. El sonido fue correcto, aunque hubo ocasiones en las que el bajo se desconectaba, pero se solucionaba rápidamente. Durante cuarenta minutos, el grupo liderado por Diego Hernán Solís navegó por temas de toda su discografía y preparó el terreno para la llegada de Elisa Martin.
Cuando las agujas marcaron las 21:30, el telón se abrió por última vez en la noche. Los músicos que acompañaron a la vocalista se ubicaron en sus puestos y comenzaron a tocar “Dies Irae”, del álbum “The Gates Of Oblivion” de Dark Moor. Al momento de la aparición de la protagonista de la velada, el público explotó en una gran ovación y comenzaron a deleitarse con la potente voz de la madrileña, quien no mostró un ápice del paso del tiempo y tuvo una performance sobresaliente durante todo el concierto.
El setlist estuvo conformado por canciones de su proyecto en solitario, como “Carry On” y “No Fear”, así como también temas de las bandas en las que ha estado durante su carrera, entre ellas Dark Moor, Fairyland y Hamka. Sin embargo, también tuvo la oportunidad de homenajear al metal argentino: casi llegando al final del show, se tomó la libertad de tocar un medley de piezas de Rata Blanca, compuesto por “Sueño De La Gitana”, “Mujer Amante” y “La Leyenda del Hada y el Mago”. Para esta última, contó con la colaboración del cantante de InnerForce, Francisco Pérez Borchiero.
Sin embargo, algunos de los momentos más memorables se dieron entre canciones. La española se mostró muy abierta con el público argentino, que apenas superaba la mitad de la capacidad del local. Comentó acerca de las dificultades que atravesó a nivel mental para poder sobrellevar las diversas salidas de los diferentes grupos de los que formó parte. También habló acerca de lo que se siente padecer el síndrome del impostor, su miedo a volar y cómo ha superado esas dificultades para estar donde se encuentra hoy en día. Cuando el público cantaba las clásicas arengas, como el “Olé, olé, olé…”, la vocalista no podía contener ni los agradecimientos ni las lágrimas, logrando así una conexión muy íntima con la gente.
Luego de un medley final compuesto de canciones de Dark Moor, coronado por “Quest For The Eternal Flame”, Elisa Martin se despidió de las tablas porteñas a las 22:50. Una vez terminado el concierto, la cantante se bajó del escenario y compartió unos momentos de cercanía con sus fanáticos. Les firmó discos y otros recuerdos, así como también recibió regalos y un cariño mayor del que ya había recibido durante todo el espectáculo.
Crónica y Fotografía: Nico Cardinale
