LAS VERDADERAS CARAS DE LA MUERTE: CANCER y PESTILENCE regresaron a Buenos Aires.
Indistintamente del género, para cualquier metalhead siempre es un deleite esas ocasiones en las que se juntan dos (o más) exponentes indiscutidos para brindar lo mejor de su música. Para los seguidores del death metal, la visita conjunta de CANCER y PESTILENCE al Teatrito de Buenos Aires el pasado jueves 11 de septiembre sumó una de esas especiales noches de brutalidad y virtuosismo.
La jornada contó con la participación de jóvenes bandas locales, siendo la primera MUERTE VIOLENTA, representando al oeste bonarense con su thrash metal desde 2023, y que estuvieron presentando los temas de su material “Matar y Quemar la Carne”, editado el pasado año 2024.
Luego fue el turno de RAZGOS, banda de death metal que presentó temas de lo que será su primer EP, que están preparando actualmente, entre los que destacaron “Triturador”, “Cámara Sepulcral” y “Kaos”, con el que finalizaron su show.
Estaba prevista además la actuación de GLAUCOMA, quienes tan solo horas antes comunicaron problemas de salud en uno de sus integrantes, y que por tal motivo finalmente no se presentarían.
Quedó todo servido para el show de los primeros protagonistas de la noche: CANCER invadió el escenario, y sin mediar más que un “Buenos Aires”, embistieron con “Enter the Gates”, y de ahí en más, sin respiro, las bombas cayeron una tras otra, mientras la gente hacía lo suyo en un pogo que crecía progresivamente, tanto en espacio físico como en intensidad. Fue al término de “Amputate” que detuvieron el show unos instantes por un problema técnico con uno de los pedales de su baterista, el ultra preciso Gabriel Valcázar.
Fue durante esta pausa en la que su bajista, Daniel Maganto, aprovechando su dominio nativo del español, aprovechó para saludar al público, agradecer su asistencia y manifestar lo contentos que estaban de estar en Argentina presentando su más reciente disco “Inverted World”, y que también repasarían “To the Gory End”, con motivo de su 35° aniversario, entre otros clásicos, y el honor de compartir esta experiencia de girar junto a sus colegas, los legendarios PESTILENCE.
“Tasteless Incest”, “Garrote”, y “Corrosive” también sonarían en la celebración, mientras el pogo no paraba un segundo, hasta que en una segunda -y muy breve pausa-, el fundador y único miembro original en la actualidad, John Walker, se dirigió a la gente para agradecer su presencia y presentar a la banda, que incluye también al guitarrista Alberto García. Es para destacar el sonido que tuvo la banda, impecable de principio a fin, y no hay que dejar de mencionarlo siendo que es más usual encontrarse con situaciones tirando más bien a desfavorecedoras en los shows, bien por eso.
Siguieron con su clásico “C.F.C.”, con el que se despejaron todas las dudas de si había algo más para dar en el pogo, que llegó acá a su punto más alto y se mantuvo para el final con “Death Shall Rise”, cerrando así este memorable paso de CANCER por Buenos Aires.

Se abre nuevamente el telón -por última vez en la noche- y ahí están los holandeses PESTILENCE, imponiendo toda su presencia con Patrick Mameli al frente, y abriendo su demoledor show con “Morbvs Propagationem”, prendiendo de inmediato nuevamente el pogo, pero que se calmaría no tanto después. Para “Dehydrated” ya se podía notar el cansancio en la gente, que lo había dejado todo en el show anterior y en el principio de este último, y se dedicaron a descansar mientras disfrutaban del tecnicismo más que notable en su música.
Además del perfecto sonido del que también gozaron, no puedo dejar de mencionar el impactante performance de la banda, sobre todo por parte de Roel Käller (bajo) y Michiel van der Plicht (batería). La sección rítmica de PESTILENCE simplemente es aplastante, llenando todos los espacios de manera correcta y con gran virtuosismo, sosteniendo de manera muy sólida el brillante trabajo de guitarras de Max Blok y el ya mencionado Mameli, que también la rompió con su voz, sin dejar de considerar que suena muy distinta a como en otra época.
El repertorio contempló joyas de sus álbumes más clásicos como “Chronic Infection” o “Twisted Truth”, pero también canciones más recientes en el tiempo como “Resurrection Macabre” o “Devouring Frenzy”. En una pausa, Mameli aprovechó para saludar al público, agradecer su asistencia, pedir un aplauso para sus colegas de CANCER con los que comparten la gira, y decir que estaban dejando que cargaran energías, y que quería ver como todo el lugar agitaba al ritmo de “Horror Detox”, con lo que logró reactivar el pogo.
Sobre el final lanzaron dos bombazos: “Out of the Body” y “Land of Tears”, con la que se despidieron, dejando en evidencia su vigencia en la música extrema. Un show que sin dudas dará mucho de qué hablar, y que seguramente quede entre los destacados del año si de death metal se habla.
Fotografía: Eushy Fernandez | Crónica: Manuel Herrera
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