Ancient entre las tinieblas
La ternura de una noche santa, como lo fue el viernes 18 de abril, fue interrumpida por una bruma siniestra. El viento frío cortó todo lazo con la calidez familiar en las calles porteñas. La maldad reunió a sus adeptos en un recinto para el nicho de la sonoridad ritualista, el Centro Cultural Bula. El gurú convocante llegó desde tierras noruegas para practicar su herejía y con él sus cercanos adeptos lo siguieron. ANCIENT llegó a oscurecer almas y sus colegas argentinos, RHAUG, DIOS SERPIENTE y GLORIAM SATANAS, prepararon el ambiente ceremonial.
La puesta del sol dio paso a las estrellas que poco a poco comenzaron a apaciguar su luz. En ese momento las bestias escucharon su llamado: Arpegios esbeltos mezclados con voces intermitentes que navegan entre el caos y la realidad, entre la voracidad y la calma. Ese sonido aclama Rhaug y lo mezcla con el misterio, puesto que sus músicos se ocultan tras el humo y su baterista entre la oscuridad de un velo.
La respiración se cortó. Si bien el aire del sótano del Bula es más escaso que los vientos de las calles, esta vez fue diferente. La densidad se convirtió en una bola pesada que ingresó a los pechos y los hundió bajo tierra. El suelo se movió como arenas movedizas y entre ellas yacía el Dios Serpiente. Un dios cuyo único propósito fue sepultar almas con riffs oscuros a través de dos músicos, un guitarrista y un bajista. Este último, se encargó de entrelazar su voz a su instrumento y a la par, ocuparse de las pistas pregrabadas en la que se incluyó la base de batería de todas las canciones.
La misa negra empezó a tomar más forma. Las cruces invertidas se posicionaron en el escenario y junto a ellas Gloriam Satanas tomó la potestad de definir el clásico black metal con toda su semejanza. Corpse paint, cuero, clavos, tachas gigantes huesos y calaveras. El público festejó la hipnosis infernal propuesta a través de la magnificencia musical y angustiante que avasalló a dos guturales.
Los espíritus lóbregos rebosaron el recinto al punto de respirar los mismos aires que el anticristo. Lucifer escuchó las plegarias y les acercó a sus discípulos el nabí prometido: Desde la tenebrosidad salió Ancient a presentar un set especial del disco Svartalvheim y del EP Trolltaar.
Sus armonías fueron igual que el dulce sabor del pecado, así como lo fue el deleite del trance al que sometían las guitarras. Como Caronte, guiaron a sus fans por Estix, hacia los confines del inframundo. Gritos desgarradores bajo el tormento hermoso de sus melodías abrumadas y una base incesante.
Abismo y soledad, herejía y blasfemia, violencia y emoción se sintieron en las bocanadas de cada tema. El mismo Aphazel dejó escrito en el aire una parte de su espíritu inquietante para que su alma atraviese las demás.
Si algún dios cristiano existe, aquí se presentó la rebelión ante él. El color se extinguió ante el blanco y negro y la maldad triunfó sobre el bien. La corona de espinas ya no significa Jesus, Dios o la biblia. Ahora significa algo real y tangible. Su nuevo significado es uno más oscuro y profundo que un libro con disparates. Ahora su significado se liga a Ancient entre las tinieblas.
Fotografía: Nico Cardinale| Crónica: Candela Álvarez
Setlist:
Rhaug: 1- Winter 2- Perpetual 3- Cruel 4- Arrogance 5- Kaiser
Dios Serpiente: 1- La Espera 2- Abismos sin fin 3- Oscuros recuerdos 4- Infierno natural 5- Arde por dentro 6- Los Otarios
Gloriam Satanás: 1- Rebel spirit of Lucifer 2- Unholy lord of the night 3- In nomine 4- Drowning the moon into sea of darkness 5- Spell of possession
Ancient: 1- Svartavheim intro 2- Trumps of an archangel 3- Huldradans 4- The call of the absu deep 5- Det glemte riket 6- Paa evig vandring 7- Eerily howling winds 8- Likferd 9- Trolltar 10- Nanttens skjønnhet 11- intro: Ponderous Moonlighting 12- The Cainian Chronicle, Part I: The Curse 13- The pagan cycle 14- The Cainian Chronicle, Part II: Lilith’s Embrace 15- 13 Candles (cover de Bathory)